lunes, 15 de diciembre de 2014

En busca de la aprobación



Cuando la aprobación es una necesidad


A todos nos gusta recibir aprecio y aceptación por parte de los demás, siempre y cuando eso se mantenga como un deseo y solo nos alegremos de que otro nos apoye y esté de acuerdo con lo que estamos haciendo porque al fin y al cabo nos ayuda,  nos hace sentir más seguros y reafirma nuestro punto de vista haciéndonos saber que vamos en el camino correcto. 

Como seres sociales que somos construimos nuestra identidad a raíz de las relaciones con los demás y por tanto es normal que las valoraciones afecten al nuestra propia percepción.

¿Y quien no ha sentido alguna vez la necesidad de ser aprobado?

El problema viene cuando nos afecta la aprobación o no, de personas que para nosotros son importantes (nuestra pareja, nuestros padres y familia más cercana) para validar nuestro yo, como y la consideramos imprescindible para seguir adelante y desarrollarnos como personas. Cuando te desaprueban y dejas que te haga sentir mal, le estas dando más importancia a la opinión del otro que a la propia cediéndole el control sobre ti. 

A que si te dijeran: tú te llamas María pero en realidad te llamas Marta, a que no le darías la más absoluta importancia, porque tu sabes que eres Marta, tu identidad esta bien asentada y por tanto no vas a dejar que esta opinión te afecte. Igual de firme nos tenemos que mostrar cuando alguien te diga lo contrario de lo que tú eres, porque tú mejor que nadie sabes quien eres y quien no eres. Por ejemplo, si tu quieres estudiar Medicina pero te dicen: eres muy mal estudiante, no vas a ser capaz de aguantar todos los años que eso requiere. ¿Y quien esa persona para saber si tu eres o no capaz de estudiar algo que te apasiona?

También es cierto que hoy en día con la aparición de las redes sociales hacen que nuestra necesidad de aprobación esté activada en su máximo exponente, a ver quien le ha dado me gusta, quien ha compartido nuestra foto, nuestro post, etc. 

Las señales de alarma que nos pueden dar indicios que estamos abusando de la necesidad de aprobación son:
- Eres demasiado amable aun cuando nos están faltando al respeto o estamos en desacuerdo.
- No sabes decir que no y cedes a hacer cosas que no quieres.
- Dices lo que los demás quieren escuchar con tal de gustar y parecer amable.
- Te sientes mal, deprimido o angustiado cuando alguien no acepta lo que haces. 
Wayne W. Dyer dice en su libro "tus zonas erróneas" precisamente, que cuando recibe una mala crítica por su trabajo, le envía dos o tres cartas en las que se le alaba por el libro, entonces le dice: si tu fueras yo a quien harías caso? Y si tan críticos son que escriban su propio libro, lo publiquen y lo comercialicen. Es así. 
Es importante aprender a identificar los pensamientos irracionales que nos generan éstos miedos e inseguridades y dejar de gastar nuestra energía tratando de conseguir el apoyo de la gente en todo lo que hacemos y decimos. 
Os plantearé 4 estrategias para empezar a dejar de lado la necesidad de ser aprobados.
1. Para empezar a liberarte acepta que cada persona tiene derecho a opinar libremente y ello no tiene que ver para nada contigo. Lo que los demás piensen es cosa suya y no influye sobre tu propia valoración. 
2. Si alguien no te aprueba, en lugar de sentirte ofendido o cambiar tu punto de vista, dile que aceptas y respetas su opinión pero no la compartes. Verás que esta actitud te ayudará a coger seguridad para defender tus decisiones y opiniones.
3. Si las críticas recibidas no te gustan, no te molestes en luchar contra ellas y tratar de justificarte, simplemente respétalas y da las gracias. Pueden decir lo que quieran, tampoco te preocupes si es verdad o no, permanece sereno y da las gracias por darte la información sobre tus supuestos defectos. Poco a poco te molestará menos y ganarás confianza en ti mismo. 
4. Trata de no decir al final de tus frases coletillas cómo "¿verdad que si? ¿no es así?" porque estas transmiten inseguridad. Cuando usas este tipo de expresiones estas convirtiendo una frase afirmativa en una pregunta con búsqueda de aprobación. Por ejemplo si dices, que día más bonito esta haciendo hoy, no? no estas estas seguro de ello y  preguntas si es así, en cambio si dices. ¡Qué día más bonito hace hoy! estas afirmando con seguridad. 



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2 comentarios:

  1. Hola:

    Recuerdo el libro que leí, hace tiempo "Cómo ganar amigos e influir sobre las personas", en el que el autor nos decía que precisamente la necesidad del ser humano a sentirse apreciado, era el punto principal para influir en ellos y conseguir lo que queremos de esa persona.

    El hombre es un ser débil, que tienes más necesidades que capacidades (por lo menos desarrolladas), y que depende demasiado del medio que le rodea.

    Muy interesante tu artículo.

    Un saludo
    www.elexitoenvida.com

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  2. Muchas gracias por tu comentario y tu aportación Antonio!

    Un abrazo fuerte

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