lunes, 27 de octubre de 2014

Querer llegar a todo


Cuando el control es excesivo




Las ideas de que preocupándonos por todo y pensar que lo podemos controlar según la Psicología Cognitiva son ideas completamente irracionales creadas sin base lógica y racional y que por tanto se pueden desmontar. 

Se da en personas con un gran sentido de la responsabilidad, inseguras y temerosas ante lo incierto lo que genera una continua insatisfacción, tensión y un estado constante de preocupación. 

Cuando ya sentimos que los problemas del día a día (ya sean reales o fruto de nuestro miedo) son más grandes que las herramientas (nuestras habilidades) que disponemos para hacerles frente el sufrimiento aumenta considerablemente.

No es más que una respuesta adaptativa y un mecanismo de defensa que tenemos para intentar que no aparezcan los problemas o que si aparecen podamos ser capaces de solucionarlos. 

Todo lo descrito hasta ahora tiene mucho que ver con la ansiedad. En otro post le dedicaré más tiempo.

Ahora me gustaría proponeros  8 pequeños consejitos, son cambios que podemos ir haciendo a diario y nos ayudarán a sentirnos mejor: 

1. No quieras controlar decisiones y acciones de otros que no dependen de ti. Siempre  existirán cosas que se escapan de nuestras manos. Lo único que podemos hacer es cambiar la forma de verlo y ir aceptando las cosas tal como nos van viniendo.

2. Intenta practicar lo anterior en cada situación que vivas y céntrate en aquello que si
puedes controlar. Reconoce hasta donde puedes llegar y haz lo mejor posible con ello.

3. Establece prioridades. Posterga las preocupaciones. Pregúntate que es lo más importante o más urgente y requiere de tu tiempo? Más bien no te preocupes, mejor ocúpate. Ves resolviendo los problemas por orden de urgencia, de importancia, la que tu consideres, pero nunca te sobrecargues de preocupaciones. Una por una.


4. Delega. Cuando te ves superado, tienes que aprender a delegar las tareas en otros y no
querer abarcarlo todo tu solo. Pídele ayuda a tu compañero/a de trabajo, a tu
pareja, a tus padres, estoy segura que si eres asertivo y lo hablas te preguntaran que
porque no se lo has dicho antes.
 
5. Reconoce tus miedos y deja que te hablen. Date tiempo y ponte a pensar en el porqué de esos miedos, que es lo que te paraliza y como puedes gestionarlo.

6. Cambia tu dialogo interno; deja de decirte que todo ha de estar perfecto. Deja de centrarte en tus errores, en aquello que te falta, sino haz lo mejor que puedas con lo que 
tienes, ésta es la verdadera excelencia. 

7. Permítete equivocarte. No veas los errores como fracasos sino como espacios para 
aprender. Fíjate en lo que puedes mejorar para futuras veces pero jamas te castigues por ello.

8. Medita. Una de las cosas más valiosas para frenar el ritmo que llevamos es dejarnos cada día un momento para nosotros.  Si no has meditado nunca 
te aconsejo que empieces con las meditaciones guiadas que puedes encontrar en Youtube, realmente es muy útil. Puedes hacerlo en la mañana para prepararte para el día o bien por la noche para descansar bien.


Espero que os ayuden, de corazón!


Image and video hosting by TinyPic

lunes, 20 de octubre de 2014

La indefensión aprendida


Las creencias limitantes

La indefensión aprendida es la incapacidad de reaccionar ante una situación que es dolorosa para nosotros consecuencia de otras en las que hemos sentido que no teníamos el control y que cualquier cosa que hiciéramos iba a resultar inútil. 

"Aprendemos a sentirnos indefensos, a no luchar contra ello y a adoptar una actitud de pasividad."

Ésta falta de control, la podemos asociar a diferentes motivos:
- Factores internos: soy inútil, por más que me esfuerce no voy a aprobar éste examen, yo no sirvo para ésto. Suele ser común cuando la crianza paterna ha sido autoritaria.
- Factores estables: Es muy difícil esta asignatura, no la voy a aprobar jamás.
- Factores globales: Se traspasa ésta actitud de falta de control a otras situaciones pero que además no      tienen nada que ver. Cómo creo que no soy capaz de aprobar esta asignatura, tampoco seré capaz de sacarme el carnet de conducir.

Ésta indefensión puede estar dada en un sólo aspecto de tu vida donde viviste el conflicto y no tiene porque estar generalizado a otras áreas de tu vida. Yo puedo considerarme muy buena en mi trabajo y ser capaz de superar cualquier obstáculo, pero en cambio en las relaciones personales puedo adoptar esta actitud de indefensión cuando mi pareja me ataca verbalmente y me limito a dejar que se tranquilice y se le pase el enfado.

Me gustaría invitaros a reflexionar con el cuento del elefante encadenado de Jorge Bucay.





¿Hay alguna situación de vuestra vida en la que os hayais sentido cómo el elefante?






Image and video hosting by TinyPic

lunes, 13 de octubre de 2014

Debería haberlo hecho mejor



La autoexigencia negativa



Hoy quiero hablaros de algo que hasta ahora tenía una idea equivocada de lo que significaba: la autoexigencia. Yo, al igual que la sociedad, me decía a mi misma que ser dura para conseguir mis objetivos era algo bueno y sinónimo de perseverancia, esfuerzo y lucha.

Nace de una baja autoestima y de la necesidad de demostrarnos a nosotros mismos y a los demás que somos personas válidas. Ésta genera bastante sufrimiento ya que la autoestima lucha por aumentar de una manera errónea a través de la búsqueda de reconocimiento por el miedo al rechazo que puede tener su origen en la infancia por múltiples motivos. 

Su precio es muy alto ya que nuestra vida es un TODO de "deberías", "obligaciones" y "preocupaciones" para llegar al nivel de perfección que nos hemos propuesto en nuestra vida.

No darnos tiempo de descanso ni perdonarnos si algo no cumple nuestras expectativas nos lleva a un nivel alto de estrés, agotamiento físico y mental derivado del miedo a equivocarnos. 

Es un circulo vicioso que empieza desde un mal planteamiento inicial: soy los resultados. 
AUTOEXIGENCIA -> Cómo debería ser -> OBJETIVOS Y METAS -> Ser excelente en mi trabajo/carrera -> SENSACIÓN DE FRACASO -> No soy cómo debería ser -> BAJA AUTOESTIMA -> Cómo no lo hago bien... -> MÁS AUTOEXIGENCIA. 

Tu no eres tus errores, no eres tus logros, eres una persona con valores, capacidades y limitaciones pero no puedes darle el poder a factores externos que muchas veces no dependen de ti. 




Mi propuesta de hoy es precisamente cambiar la perspectiva de una autoexigencia negativa a una empática. 


AUTOCRÍTICA NEGATIVA
AUTOCRÍTICA EMPÁTICA
Me castigo  
Deseo mejorar
Miro al pasado para condenarme
Miro hacia delante
Me tengo rabia y desprecio
Me ayudo, soy amable, me apoyo y estimulo
Me centro en mis defectos y errores
Construyo lo positivo: los puntos buenos y áreas de mejora
Tengo miedo al fracaso
Tengo la esperanza que todo saldrá bien
Ante un fallo, me vuelvo a castigar  
Reparo el error y sigo adelante          
                       

Entiende que equivocarte es un proceso de aprendizaje, céntrate en todas las cosas buenas que tienes y elimina el "si, pero" y el "debería" de tu vocabulario. 

                         



Image and video hosting by TinyPic

lunes, 6 de octubre de 2014

Hablando con nuestr@ niñ@ interior


Empezando des del principio




Hoy me gustaría recuperar una cita que dije en el primer post referente a la formación de la autoestima en la infancia. Decía que hay que los adultos deben inculcar a los niños que merecen ser amados solo por el hecho de existir y que tenemos algo que ofrecer al mundo.  

Es posible que el dialogo interno que mantenemos esté forjado por esas creencias limitantes que un día nos transmitieron: no es suficiente, puedes hacerlo mejor, no eres capaz de... 

Si tus padres eran rígidos y tu eres duro contigo mismo, te sigues reprochando cada error que cometes, es agotador, no crees? Es cómo decir, a ver que habré hecho mal hoy? Ahora el adulto eres tú así que es hora de decirle a tu niño interior cuales son tus nuevas normas.

Vamos a reflexionar:
- Qué es lo que siempre deseaste que tus padres te dijeran cuando eras pequeño?
- Qué es lo que siempre quisiste oír y nunca escuchaste?

"Ahora dile todas las cosas maravillosas que le dirías a un bebé que llega a su nueva vida" 

El ejercicio que propongo es escribirle una carta;
1. Coge una fotografía que te guste de ti de pequeñ@. Qué ves?
2. Empieza a escribirle y dile cómo te sientes, explícale que todo ha ido bien a pesar de las dificultades, que es más fuerte de lo que cree, que crea en si mism@ ya que hoy es un adulto con muchos valores. Háblale con mucha ternura, con el amor que se merece, dale a conocer a las personas buenas con las que se va a encontrar...
3. Cada persona tenemos nuestras inquietudes, temores, miedos y anhelos, dile lo que te salga del corazón.

Me haría mucha ilusión que si os animáis a hacer la carta me hagáis llegar como os habéis sentido.




Hablando del niño interior me ha parecido interesante añadir las muñecas rusas y la metáfora que personalmente saco de ellas. Es curioso cómo nos vamos poniendo capas de protección a medida que vamos creciendo y lo difícil que es, a veces, luchar contra ellas. Veo necesario de alguna forma tenerlas pero también saber con quien puedes mostrar lo más profundo de tu ser. 


Image and video hosting by TinyPic